sábado, 13 de marzo de 2010

Este mundo de consumo nos muestra como un objeto utilizable”
Día de la mujer


Lo dijo la subsecretaria de Mujer y Familia, Marcela Isarra al reflexionar sobre la mujer de hoy. Aseguró que uno de los problemas más graves es la violencia de género y que cada vez más mujeres se animan a denunciar. Al cierre alentó a las mujeres para que participen en las organizaciones de la sociedad.

El pasado lunes 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, una fecha que fue designada en el almanaque para conmemorar a un grupo de mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York que murieron calcinadas mientras reclamaban por sus derechos. Este día ha sido aceptado por las Naciones Unidas y es una fecha clave para reflexionar acerca de la situación de las mujeres en el mundo y las problemáticas que le son propias. En Argentina la Violencia de Género es una de las cuestiones que preocupan y cuyos números van en aumento. El año pasado 231 fueron las mujeres muertas en nuestro país a manos de sus parejas o ex parejas, esto significa que cada día y medio una mujer murió por femicidio, y en lo que va de este año 30 son las mujeres muertas.

Violencia familiar
EL NORTE dialogó con la subsecretaria de Mujer y Familia, Marcela Isarra quien aseguró que en Ramallo también va en aumento el número de casos de víctimas de violencia familiar. “Siguen aumentando los casos y es algo que nos preocupa. En el primer bimestre del año, si bien no lo tenemos cuantificado, ha aumentado considerablemente el número de casos. Pero esto también se debe a otros factores, creemos que lo que hemos desarrollado el año pasado con el trabajo de concientización y el aporte invalorable de los medios de comunicación que nos permiten hablar y trasmitir todo, con ese trabajo hemos logrado que más mujeres se animen a denunciar, que la comunidad tome conciencia que la violencia es cada vez mayor y si bien es cierto que la violencia intrafamiliar siempre existió, estamos generando espacios que permiten que tal situación se pueda denunciar y dónde pedir ayuda”.

Aumentan las denuncias
El aumento de las denuncias es una tendencia que se da también en el resto del país. Según datos de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia, el número de denuncias creció un 42,9 por ciento en relación al año pasado. Mientras que en enero de 2009 recibieron 375 denuncias, en el mismo mes de este año fueron 526 las denuncias registradas.
“Permanentemente recibimos pedidos de ayuda y con casos que no nos dejan de asombrar por la perversidad, el daño y el castigo, no sólo físico sino psicológico que se está ejerciendo. Hay casos que creíamos que jamás íbamos a ver, hay casos en los que hace muchísimo estamos trabajando y nos asombra la perversidad de los varones en algunos hechos, nos preocupa, no nos asusta, pero nos preocupa y nos estamos ocupando” aseguró la funcionaria municipal.

¿Cómo responde la Justicia argentina ante estos hechos?
-No es fácil, por eso es que el próximo jueves estaremos brindando una capacitación al personal policial puesto que muchas veces no se sabe qué hacer con una denuncia de este tipo. Por ejemplo, si va una mujer a la Comisaría y dice que su marido le pega, se le constatan los golpes y se hace la denuncia.
En cambio, si va otra mujer y dice que el marido la insulta, le tira la comida pero no le pega, no se sabe qué hacer. Aunque no haya golpes, en ese caso hay una tortura psicológica y esa denuncia tiene que ser tomada porque la ley ampara a la mujer en ese caso también. Tenemos una ley provincial y nacional, programas nacionales y provinciales y dos juezas de la Corte Suprema de Justicia que están sumamente comprometidas en la materia y han creado un área específica para trabajar el tema de la violencia, pero en la práctica es muy difícil trabajarlo desde la justicia.

Acceso al trabajo e igualdad
Muchos otros son los problemas a los que la mujer argentina se enfrenta a diario. El acceso al trabajo, a la educación o al sistema de salud, son sólo algunos de ellos. “Es muy difícil conseguir trabajo en cualquier lugar del país, la situación no está fácil, mucho menos en Ramallo. Es muy difícil por ejemplo ubicar a una mujer en Parque Comirsa aunque destacamos la gestión que está haciendo Darío Parlacino dentro del Parque, no es fácil ubicar a las mujeres para ese tipo de trabajos. Laboralmente hoy vemos que las mujeres son docentes, trabajan en casas de familias o en la administración pública, en los trabajos más tradicionales. En este tema rescato la opinión de Eva Giberti quien dice que existe el estereotipo de que somos utilizables, como marcan esas publicidades en TV que anuncian “mande amor al 2202”. Nuestros hijos se están criando con esas imágenes y con la idea de que somos un elemento utilizable o que somos las eternas constipadas y que un yogur especial nos resuelve ese problema. Seguimos sin encontrar ese lugar que nos debemos dar, y más allá de que algunos tengan o no diferencias con la Presidenta de la Nación, yo sigo rescatando que es una mujer que accedió al cargo que cualquier militante política le gustaría llegar. El ingreso de las mujeres al mundo de la política es muy difícil, más allá de la ley de cupo, vemos el Concejo Deliberante donde no se cubre el cupo femenino, más allá de que en las listas estaban las mujeres. Es por eso que tenemos que seguir trabajando en ese sentido porque falta participación y compromiso. Entiendo también que nuestra vida familiar hace que no podamos hacerlo porque más allá de nuestra militancia o trabajo, después volvemos a casa y tenemos que ser mamás, esposas, amas de casa y se complica mucho nuestra salida afuera. De cualquier manera yo aliento a las mujeres a que salgamos a la calle, a participar ya sea en la comisión de un club, o donde sea porque la mirada de la mujer, en cualquier espacio de participación, es distinta y mucho más positiva a veces que la que puede aportar un varón”.

Cambios culturales
Tal como explicó la funcionaria, para que la mujer pueda seguir ganando espacios y accediendo a lugares que aún son exclusivos del hombre, serán necesarios cambios culturales y fundamentalmente el acompañamiento del sexo masculino para que esos cambios se puedan dar.
“Lamentablemente los varones no son de acompañarnos mucho, el acompañamiento del varón no es el mismo que nosotras le damos a ellos. Cantidad de mujeres que trabajan todo el día regresan a su casa y no encuentran ningún acompañamiento, porque acompañar no sólo implica que el hombre apoye lo que hacemos, significa cambios hacia adentro del hogar esto es lavar platos, preparar los chicos para la escuela o cocinar. Estos son cambios culturales que se tienen que dar y que nos llevarán mucho tiempo, no creo que los llegue a ver y no sé si lo verán mis hijos. Este mundo capitalista y de consumo nos sigue mostrando como un objeto utilizable y no como lo que somos, verdaderas mujeres, que tenemos mucho para dar y que valemos mucho.”


Autora: Estefania Correa. fuente: Diario El Norte

lunes, 22 de febrero de 2010


A 7 AÑOS DE SU DETENCIÓN,
¡¡EXIGIMOS LA LIBERTAD INMEDIATA DE ROMINA TEJERINA!!

Romina cumplirá 7 años de injusto encarcelamiento, 7 años de castigo, sufrimiento y dolor. Responsabilizamos al poder político de Jujuy y a la justicia jujeña que la condenaron, a la Corte Suprema que ratificó su pena a 14 años de prisión, a la reaccionaria Iglesia Católica que pidió el máximo castigo, y al gobierno nacional que sostiene todas las condiciones sociales para que se repitan las Rominas. Por nuestra parte decimos: ¡a 7 años de injusto encarcelamiento, la bandera que guía toda nuestra lucha es la exigencia de la inmediata libertad de Romina Tejerina!

Somos conscientes que la condena a Romina es una advertencia al conjunto de mujeres, especialmente las más pobres, para impedir que nos atrevamos a denunciar y no callar frente a la violencia sobre la mujer. Quieren amedrentar a las mujeres que queremos decidir cuándo ser madres y cuándo no, a las que creemos que cada mujer tiene que poder decidir cuándo, cómo y con quién tener relaciones sexuales.

Denunciamos que el sistema carcelario ha continuado con una política de ensañamiento y persecución contra Romina intentando en forma sistemática desconocer sus derechos -y los de sus compañeras dentro de la cárcel-: coartándole el derecho a estudiar limitando la entrada de los profesores de la Universidad, desconociendo las garantías procesales, entre ellas, las salidas transitorias a partir del cumplimiento de más de la mitad de la condena y como si esto fuera poco le han armado una causa por hostigamiento y agresión mediante una provocación claramente planificada por las autoridades del sistema penitenciario.

Pero a Romina no han logrado callarla, su tragedia puso de manifiesto el rol reaccionario de los partidos patronales, de la Iglesia, de la Justicia que convalidan y garantizan la violencia contra las mujeres. La lucha por su libertad sacó a la luz otras historias de abusos y violaciones, en las que, por el reclamo popular, las víctimas fueron absueltas y los victimarios fueron condenados (Ely Diaz en Córdoba, L en Entre Ríos, V en Neuquén.)

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobierno de Jujuy han avalado todos los ataques a Romina a modo de escarmentar al resto de las mujeres. El gobierno ha sido cómplice del avance de la Iglesia. Cristina ha profundizado la criminalizació n del aborto bajo su mandato. También se ha impuesto la Ley de Educación Religiosa en Salta. A su vez, se ha prohibido la pastilla del día después en Córdoba y la venta de misoprostol (medicamento utilizado en todo el mundo para producir abortos de manera segura y autónoma) en Mendoza. La lucha por la libertad de Romina pasa por la pelea contra el conjunto del régimen capitalista, contra el gobierno, contra la Iglesia y contra la Justicia que ha sido un instrumento de la política patronal.
Por todo esto:

¡Exigimos al gobierno jujeño y al gobierno nacional la inmediata libertad de Romina, y castigo para su violador, el "Pocho" Vargas!

¡Basta de castigar a Romina! Exigimos el cumplimiento efectivo de todos los derechos y garantías que amparan a Romina Tejerina y a todas las mujeres privadas de su libertad.

Cárcel a los violadores.

Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal y gratuito para no morir. Por la separación inmediata de la Iglesia del Estado.

En todos estos años de injusto encarcelamiento, el abrazo del movimiento de mujeres, organizaciones sociales y de DDHH junto a su familia ha permitido que Romina se mantenga fuerte y siga peleando

lunes, 25 de enero de 2010


En esta sociedad el golpe es naturalizado”
Violencia
Lo dijo la Dra. María Fernanda De Zavaleta al ser consultada por los casos de violencia familiar y de género que hoy se denuncian. Además, junto a la Dra. Gusmerini, explicaron el trabajo que realiza la Subsecretaria de la Mujer en el acompañamiento a las víctimas.

A raíz de la detención que se produjo la semana pasada de un sujeto que el miércoles 14 había apuñalado a su esposa durante una discusión y la había dejado en grave estado, EL NORTE dialogó con la psicóloga María Fernanda De Zavaleta y la abogada Fernanda Gusmerini que forman parte del equipo técnico de la Subsecretaria de la Mujer.
Ellas indicaron que en Ramallo ha aumentado el número de personas que, siendo victimas de violencia, se acercan a la subsecretaria a pedir ayuda. Además explicaron cuáles son los pasos a seguir luego de realizar la denuncia policial y el acompañamiento que se les brinda desde el servicio local.

Acompañamiento
Consultada acerca de los procedimientos que se llevan adelante desde la subsecretaría ante casos de violencia la Dra. Gusmerini, explicó: “hacemos un acompañamiento a la víctima, asesoramiento y contención. Siempre indicamos que lo primero que se debe hacer es la denuncia policial. Las acompañamos a hacer las denuncias porque si bien a la denuncia se la toman a la victima directamente, nosotros acompañamos pedidos que se necesitan como son las medidas de protección de acuerdo a la Ley de Violencia Familiar. Una vez hecha la denuncia, las víctimas se dirigen al Juzgado de Paz donde se designa en forma automática un abogado defensor y es él quien pide las medidas. Luego, de acuerdo a cada caso particular, se piden las órdenes adecuadas -como puede ser la exclusión del hogar o el perímetro que impide acercarse al agresor a la víctima-, el Juez las ordena y salen en forma inmediata”.
“En Ramallo las medidas que toma el Juez son rápidas, aunque son de carácter provisorias que no duran en el tiempo sino que son por un período que nos permite a nosotras trabajar con esa persona. Se trabaja desde el fortalecimiento para lograr que la victima acepte la situación de violencia y empiece a decir no” explicó.

Denuncias
Por su parte la psicóloga Dra. De Zavaleta agregó: “muchas veces las personas no se animan a hacer la denuncia, sienten que en la comisaría no tienen la contención o la confianza necesaria. Por eso es que se acercan a esta subsecretaría y entonces brindamos el acompañamiento, esto es algo que sucede en todos los casos de violencia, la mujer o la familia no se animan por eso cuando se acercan al servicio les informamos de la necesidad de hacer la denuncia policial y las acompañamos porque aquella mujer que está desvalida, desconfiada y atemorizada, siente que de algún modo se la está acompañando y es el modo en que se animan”.
A lo que agregó: “el temor a denunciar no pasa porque en las comisarías la mayoría de los efectivos sean hombres sino que el punto central de la mujer y la familia victima de violencia es la relación de sometimiento que se da, el no animarse a denunciar pasa por la vergüenza, por el miedo porque creen que nadie les va a creer. Y aquí sí entramos en la cuestión de que esta es una sociedad machista donde muchas veces lamentablemente el golpe es naturalizado. Hoy en muchas familias se acepta como normal que el hombre golpee a la mujer, el “no me planchaste la camisa, no estaba la comida lista o vengo nervioso” son algunos de los argumentos usados cuando aparece el golpe y la mujer termina justificándolo como algo natural. En esos casos es muy difícil asesorar y convencer a la mujer de que está frente a una situación de violencia y no frente a una situación natural de vida” explicó la psicóloga.

¿Se van trasmitiendo las conductas violentas entre los miembros de una familia?
-Lamentablemente si, nosotros estadísticamente tenemos que la mayoría de los hombres que han sido victimas de violencia hoy son hombres que maltratan a su propia familia, al igual que ocurre con los casos de abuso, hombres y mujeres que han sido abusados en su infancia hoy son abusadores.

Estadísticas
En la Argentina no hay registros gubernamentales precisos sobre los casos de denuncias por violencia de género como así tampoco por femicidios. Como aproximación al problema, pueden aportarse las cifras que ofrece el portal de noticias Artemisa que consignó que durante el mes de diciembre último 14 mujeres fueron asesinadas en el país por cuestiones de género y que a lo largo de 2009 hubo 138 femicidios, de acuerdo al relevamiento que efectúan en los medios gráficos y agencias de noticias más importantes del país.
Consultadas acerca de los datos estadísticos de que dispone Ramallo, la Dra. Gusmerini dijo: “aun no tenemos estadísticas y no sabemos si han aumentado los casos, pero sí hemos observado que a medida que se va haciendo publico este trabajo aumentan los casos que recibimos, aunque eso no quiere decir que en la realidad los casos aumenten sino que se animan a denunciar o a venir a esta subsecretaria”.
A lo que De Zavaleta agregó: “hace 14 meses que estamos trabajando, y arrancamos con algunas situaciones existentes pero luego fue creciendo ese número de casos porque al encontrarse con un lugar donde pueden venir, asesorarse, estar contenidas y ser escuchadas las mujeres se acercan. Ese número ha crecido y durante este tiempo, solamente de la ciudad de Ramallo, se han recibido mas de 150 situaciones” dijo.
Fuente Diario El Norte.

domingo, 17 de enero de 2010

FEMICIDIO. La violencia mas atros



Argentina: Feminicidio, la muestra extrema de que la violencia de género existe en Mendoza
Mariana Alvarez (MDZOL)
El asesinato de Silvana González (36) recuerda otros casos en que la violencia contra las mujeres fue fatal. En efecto, la Provincia tiene en su pasado reciente muchas víctimas, cuyas vidas fueron arrebatadas por el sólo hecho de ser del sexo femenino. El Instituto de la Mujer explica en qué consiste el preocupante fenómeno.

Micaela Reina, Sandra Díaz, Yanel Serapio, Lucía Lucero de Tarqui, Lilian Gómez, Mayra Tarifa, Vanesa Martínez, Julia Roldán, Sandra Salas, María Valeria Fontagnol… son los nombres de mujeres que murieron víctimas de la violencia de género. También son nombres que sonaron reiteradas veces durante el 2009: algunos asesinatos ocurrieron el año pasado; en otros casos, las causas concluyeron con marido detenido, con el agresor matándose en la cárcel o en juicios sin culpables condenados.

Empezó el 2010 y un nuevo asesinato de una mujer, que se le puede atribuir a la violencia de género, sacudió a Mendoza. El crimen de Silvana González, de 36 años, ejercido con ensañamiento, empañó estos calurosos días de enero y volvió a traer a la mente una palabra que debería reemplazar la trillada frase “crimen pasional”: el feminicidio.

MDZ consultó al Instituto Provincial de la Mujer sobre el punto extremo que pone un fin macabro a la violencia de género.

El feminicidio, según el organismo provincial, “es el crimen directamente ejercido contra la vida de las mujeres por su condición de mujer. No son crímenes aislados sino producto de una estructura de desigualdad, opresión y control hacia un determinado género”.

Antes de la muerte o, a veces, lo que antecede lentamente al asesinato es la violencia intrafamiliar, los abusos sexuales, la discriminació n más burda con simples comentarios machistas.

Concretamente, el Instituto entiende al feminicidio como “la forma más extrema e irreparable de violencia sexista. Se desarrolla en un clima que tolera la discriminació n y comportamientos que violentan los derechos de las mujeres”. Y sin embargo, muchas adolescentes, jóvenes y adultas creen que se merecen el “castigo” porque algo habrán hecho. Y sabemos, como argentinos, esta frase cómo caló hondo en épocas de dictadura.

Según un informe de Amnistía Internacional Argentina, que fue señalado por el instituto, cada 60 horas una mujer muere en el país como consecuencia de la agresión de su pareja, ya sea novio o esposo, o ex. También hay adolescentes, como Micaela Reina, Yanel Serapio, o Mayra Tarifa, que mueren después de haber sido ultrajadas por un hombre que, quizás, creyó haber tenido más poder que ellas.

En estos casos, como los que se recuerda a continuación, se demuestra lo que el feminicidio provoca: “Una intención de controlar, de dominar, de opacar la autonomía de las mujeres. La acción criminal se desencadena junto a un desajuste en la estructura de poder".

También Lilian Gómez (50), fue víctima de un violador serial, que además de robarle la intimidad, le robó la vida. Luego, el agresor quedó detenido y se suicidó en la cárcel. Por otro lado, Julia Roldán, un domingo de julio, salió desde su casa y sus hijos la encontraron al otro día desnuda y sin vida en una finca de Rodeo de la Cruz. Su rostro había sido comido por los perros.

Los otros nombres mencionados al inicio de la nota pertenecen a víctimas de crímenes, cuyo principal sospechoso es quien había sido pareja –como por ejemplo el doctor Oscar Tarqui en el caso Lucía Lucero- o ex pareja, como en los casos Fontagnol y Salas, donde la ruptura de la relación fue determinante para terminar también con la vida de la mujer. En ambos hechos había otra coincidencia: los ex habían vestido uniforme de la fuerza en algún momento de sus vidas. A Valeria la mató su ex marido, quien había sido separado de Gendarmería Nacional. La muerte de Sandra estuvo a cargo de un ex policía, quien se ahorcó tras haber asesinado a su ex novia. De las causas mencionadas, la del crimen de Sandra Díaz terminó con su marido condenado a 11 años de prisión.

La muerte de Silvana

Silvana González (36) fue encontrada muerta este martes en su casa, tendida sobre la cama y con un golpe en la cabeza que le hundió el cráneo. Su hermana se topó con la brutal escena. La casa estaba ordenada, faltaba sólo un par de elementos –incluso familiares dijeron que sólo se había sustraído un equipo de música- y la llave aún estaba puesta en la puerta de entrada… Sólo había una ventana abierta por la cual entró la joven presintiendo qué algo malo había pasado y por la cual, seguramente, escapó el agresor, cuya arma homicida aún no fue encontrada.

La fiscal especial Claudia Ríos ya tomó declaración al entorno familiar de González y, mientras se esperan resultados de otros análisis que completarán el informe de la necropsia, este miércoles a la noche se hizo un fuerte operativo que arrojó como resultado la detención de la última pareja conocida de la víctima: Oscar Burgoa, de 25 años, en cuyo poder se encontraron elementos faltantes en la escena del crimen.

El delito está calificado momentáneamente como homicidio criminis causa, que es la descripción para un hecho donde un delito (como por ejemplo un asesinato) sirve para tapar otro delito (un robo). El detenido podría ser imputado en la jornada de este jueves en horas de la mañana, luego de que sea indagado por Ríos, aunque ya habría confesado en el momento de la captura que fue responsable del crimen de su ex novia.

La educación del hogar y el cambio de términos

La violencia hacia la mujer no es una patología, es una conducta adquirida con el tiempo. “El feminicidio tiene sus raíces en el machismo que es una expresión del patriarcado, conducta de poder fuertemente arraigada en nuestras familias e institucionalizada en nuestra sociedad. Estos crímenes se desarrollan dentro de un entorno de las relaciones de pareja. Esto confirma que la violencia familiar sigue siendo uno de los problemas medulares de nuestros tiempos”, indicaron desde el Instituto de la Mujer.

A estas declaraciones, se le podrían sumar la postura del Inadi, expresada por su titular en Mendoza, Karina Ferraris, en una entrevista a MDZ: “Más de una vez vemos ‘Crimen pasional: mujer muere asesinada por su pareja’ y después revisamos que la mujer tenía un sinfín de denuncias por violencia doméstica. Sin embargo se titula así y allí no hay nada de pasión, hay odio y violencia de género que otra cosa”. Por lo que un cambio de términos también sería una avance para ir desterrando la violencia de género.

“La superación de las tendencias feminicidas es un trabajo arduo, de varias generaciones, porque se trata de un cambio de mentalidad”, sostiene el Instituto de la Mujer, al tiempo que recomienda: “El hogar es nuestra principal fuente de aprendizaje, pero hay otros entes socializadores como la escuela, las leyes, la opinión pública y la comunidad en general, y los medios de comunicación entre otros”.

La decena de mendocinas mencionadas en esta nota están dentro de un grupo de casos “resonantes” porque sus muertes fueron mencionadas en los medios de comunicación. Ahora, hay que pensar cuántas mujeres mueren en los hospitales tras haber recibido una dura golpiza o cúantas se suicidan porque no toleran la situación.

Quizás, en un análisis más profundo, habría que ponerse a pensar: ¿Cuántas mujeres están “muertas” en vida porque no pueden escapar de la violencia y porque no pueden “ser” libremente mujeres?
http://www.argenpre ss.info/2010/ 01/argentina- feminicidio- la-muestra. html

viernes, 1 de enero de 2010

Mujeres en acción.

“Descolonizarnos significa desterrar el pensamiento patriarcal y
construir una sociedad nueva”. Liliana Hendel

Elena nació en Bolivia hace 50 años. A los 3 años sabía leer y escribir. Dice que aprendió leyendo con su padre “El Manifiesto Comunista”. Habla de luchas, de amores y de entregas. Propone sumar las diferencias y alejarse del camino de las que creen que el periodismo se hace detrás de un escritorio.

“Mi padre era peruano, arequipeño, y estuvo totalmente en la clandestinidad en La Paz (Bolivia). Por eso es que no conozco la familia de mi papi. Pero tenía una señora que le lavaba la ropa, una mujer aimara guapísima. Mi papá era un mestizo, era muy intelectual, comunista a morir, era militante. Fue uno de los que fundó el Partido Comunista allá en mi país. Pero vivió muy poco. Me dejó a los nueve años de edad”.

-¿De qué murió?

-De una cosa tan simple, que me da rabia cuando me acuerdo. Lo operaron de la vesícula, y salió aparentemente todo bien. Tuvo una hemorragia interna y nadie se dio cuenta. Y ya pues. Soy la única hija de él. Y ahí, mi mamá que lo adoraba y lo amaba sufrió un shock y desapareció. Yo estaba sola en la casa, sin saber que hacer, a los nueve años. Lo único que me acordaba (la recomendación de mi papi), era que nunca dejase de estudiar.

-¿Tenías otros familiares?

-Nadie. Como mi madre era aimara, había migrado de una de las comunidades aimara. Vivía en el lago Titicaca, y de ahí migró hacia bastantes años ya, y hacía su vida trabajando, vendiendo, lavando ropa. Y nunca se había preocupado de hacerme conocer a la familia de ella. Así que desconocimiento por partida doble de quienes eran mis familiares. Con desesperación, lo único que hacía era ir a la escuela, cumplir con lo sagrado de ir a la escuela. Y bueno, una semana y más ¿Cuánto puedes aguantar sin comer?


-Mucho no debías entender lo que te estaba pasando.

-Exacto. Por eso digo: “Puta, nos puede pasar”. Entonces fui mirando y yendo a los mercados y recogiendo las sobras, algo para comer. De haber sido la niña de sus ojos de mi padre, yo habría estado estudiando en colegios particulares porque él se preocupaba muchísimo por mi educación. Mi madre fue ama de casa y teníamos a alguien que nos lave la ropa, que nos haga la vida un poco más fácil. Y entonces empecé a vivir en la calle, dormía debajo de unas tarimas.

Por eso es que yo he conocido lugares de cinco estrellas y he conocido la calle. Conozco el sufrimiento de muchas mujeres. Y como dijo el presidente Evo Morales: “He dormido bajo mil estrellas”.

Buscaba comida en las calles. Hasta que encontré una señora que me daba el almuerzo a las tres, cuatro de la tarde, cuando llegaba al mediodía de la escuela. Y yo le ayudaba a servir, era la mesera, lavaba los platos y tenía asegurada la comida del día.


-¿Mucho tiempo?

-Hasta que uno de mis tíos, hermanastro de mi madre, que era un pastor evangélico y que estaba justamente en la ciudad, me busca y me acoge. Él no estaba enterado de nada.
-No había comunicación...

-Mi tío, por ser pastor evangélico había perdido contacto con su gente. Y menos mal que después de dos años regresa a la ciudad donde yo estaba. Yo paso unos buenos años con él, y aprendí bastante de la Biblia, bastante de la espiritualidad y lo más importante era cuando llegaban las vacaciones y me llevaba a hacer sus campañas evangélicas al área rural. Y ahí empiezo a aprender el aimara. Había que ayudarle a mi tío a dar clases a jóvenes, a niñas, y aprendo a ser una maestra, una profesora. Era bien chiquita.

Hasta que finalmente aparece mi mamá, - esta es una historia que ella no quiere contar-, pero parece ser que perdió la razón. El golpe de haber perdido a su esposo fue fatal. Cuando se recuperó, me buscó y nos reencontramos. Eso fue a mis 17 años.

-¿Le guardas rencor?

-No. Esa es otra de las cosas que yo no sé si está bien o mal. Jamás pude sentir rencor u odio. Amo la vida. Estoy enamorada de la vida. Y ni en los momentos más duros, nunca me he quejado. Nunca. Porque es parte de la vida y sé que las cosas van a mejorar. Hablo poco de esto.

-Eras tan pequeña...

-Es más, ahora por ejemplo, tengo a mi madre bajo mi tutela. Y en ese trajín ella había tenido su pareja, tuvo otra hija. Y esta hija, que es mi hermanastra, está viviendo en la Argentina.

Lastimosamente, como yo necesitaba tanto cariño, -eso sí, es lo que me ha marcado-, me enamoré del primer patán que se cruzó por mi camino. Que me hizo la vida a cuadros. Violento, machista, obsesionado, celoso. Pero yo quería tener familia. Tanto había vivido sin familia. Y siempre pensaba que iba a cambiar. Tenía la ilusión que ese hombre iba a cambiar. Entonces me “sacaba la mugre”, me pegaba, me hacía todo, y yo lo único que hacía era esconder mi rostro. Porque, además, yo venía de una escuela donde siempre predicaban que “tú eres la mujer, tu eres la esposa, por lo tanto tienes que aguantar, tienes que tener paciencia”… y yo hacía eso. Era eso lo que me habían enseñado.

-¿Cuántos hijos tuvieron?

-Seis hijos, tres niñas. Por eso yo digo: “La violencia nunca decrece. Al contrario, incrementa cada vez más”. Es como una enfermedad. Si no la paraste, ya no la vas a parar. Hasta que casi me mata. Llegué al hospital.

Entonces empecé el proceso de decir: “Esta vez tiene que ser en serio. La dejada tiene que ser en serio”. ¿Pero cómo hacerlo en un país donde no se conocía la violencia intrafamiliar, en un país donde no había brigadas de protección ni nada de ese cuento que tenemos ahora?

-Y que nosotras construimos...

-Y claro, porque después de esa yo salí y a ver ¿quién me para? Me metí, y sigo siendo una activista.

-¿También para reparar el pasado?

-No, es para prevenir los futuros de tantas mujeres, que todavía existen como yo.

-¿Y cómo hiciste para separarte?

-Era difícil. Muy difícil.

-¿Trabajabas fuera de tu casa?

-Si, trabajaba. Uno de mis primeros trabajos luego de ayudar a lavar los platos y demás, fue entrar a la radio. Trabajé en la radio. Yo era la mascota de tanta gente. Lo que pasa es que como había aprendido desde tan pequeña a leer y escribir tenía una dicción fabulosa, y una gran facilidad de palabra. Y todo lo que me ha pasado, me ha hecho madurar tanto. Entonces, me desenvolvía excelente. Iba a mis clases y me volvía y pasaba toda la tarde en la radio y parte de la noche. Había noches que me pasaba toda la noche en la radio, y me envolvía en la alfombra y me dormía ahí. Vivía en la radio. Entonces cuando me conozco con este patán seguía trabajando en la radio. Tengo a mis hijos y, bueno …mi patán era alcohólico, ahora sé exactamente lo qué estaba pasando con él.

Entonces, como no había dinero, yo tenía que seguir trabajando.

Y una beca le cambió la vida

“Hubo una beca. Yo me apunto, aplico y gano una pequeña beca, y salgo a Venezuela.
Y en Venezuela me enamoro de un tipo. Para mí, hasta allí, lo que me estaba pasando era normal. Siempre había sufrido violencia y sufrimiento desde niña. Luego quien fuera el hombre de mi vida tenía poder sobre mí.

Este hombre es conmigo diferente. La manera de el de hablarme, de darme atenciones, me hace despertar. Como que te toca algo y te enciendes. Un click. ¡¡Y que amor!! Si siempre veías sombras grises, podía hacer colores de una vida gris y empiezas a sentir olores, a descubrir nuevamente a mi Dios. ¿Por qué yo tengo que sufrir tanto con este tipo si hay personas que tú puedes darte cuenta que valen? Fue genial. Este hombre fue un hito histórico en mi vida. A partir de ahí, nada más me paró.

Volví a Bolivia, me daban ganas de volver, aunque podría haber hecho mi vida con él en Venezuela, pero volví por mis hijos y a estudiar en la Universidad. Mi padre me había dicho que no deje de estudiar. Estudiaba en la clandestinidad para que mi marido no se entere. Pero entrando ya en segundo año de la universidad se dio cuenta. Tú no sabes las peripecias que hacía yo para estudiar con los pretextos, el trabajo y todo. No sabes. Hasta que me pescó. Encontró mis libros, los sacó todos al patio, les echó gasolina, los quemó y otra vez casi muero por los golpes que me dio. “Estas yendo a la universidad para encontrar otro macho. Olvídalo”, me dijo.

Empecé a salir de la casa. Pero realmente yo digo, hay tantas mujeres que quieren alejarse de los patanes, pero no es fácil. Hasta ahorita no hay ni siquiera refugios. No albergues temporales, necesitamos refugios porque hay un tipo que te quiere matar, peor todavía sabiendo que le has dejado. Necesitamos donde refugiarnos, necesitamos cambiar de identidad, necesitamos que nuestros hijos sigan estudiando en otro lado. Pero no hay nada de eso”.

-¿Te imaginabas viviendo con el venezolano?

-Ese es mi gran amor. Hasta ahorita me hace mucha ilusión saber que voy a volver a Venezuela y ando buscándolo. Quiero verlo y quiero agradecerle. Así, finalmente de estar en la clandestinidad, de escaparme con mis hijos, de hacer peripecias por acá y por allá, terminé divorciándome, un divorcio así, muy horrible. El vía crucis de encontrar justicia para las mujeres. Me encontraba a los ñatos de la policía y me decían: “Pero dentro de dos horas se le va a pasar la borrachera, vuelva”. Pero yo me se todas las cosas. Por eso yo se la violencia desde adentro.

-Y sabés que las mujeres siempre dicen la verdad.

-Así es. Finalmente, conseguí el divorcio y, ¿sabes cómo fue la cosa para que nunca más se acercara a nosotros? Nada de policías, porque se reía de los citatorios de todo eso. Nunca funciona. Uno de mis amigos grandote, grandote le pegó.

El camino al feminismo

-¿En qué momento de tu historia te reconoces feminista?

-Después de ese clickeo que me hace reaccionar. Vuelvo a la universidad con más fuerza, con todo ese condicionamiento político y heroico que mi padre me había dado. Pero además, convencida de que las mujeres teníamos que hacer algo, porque no era solo yo. Me encontraba en las comisarías con un montón de mujeres. A partir de ahí que me digo que no podía ser, y busco y encuentro literatura. Siempre me gustó leer. Para mí siempre fue importantísimo conocer y escuchar a Sonia Montaña (CEPAL).Hoy soy su amiga. A partir de ahí surgió un comportamiento político ideológico con bases a izquierdistas, pero empecé a decirme: “Yo soy feminista”.

-¿Hasta eso no habías militado políticamente?

-Militar, estar en listas no. Pero sí trabajé principalmente con el sector trotskista, con los más radicales. Qué radical que soy ¿no? Trotskista feminista. Fui una de las pequeñas que estuvo encarcelada. Casi nos matan. Yo creo que tendría que escribir mi vida.

Era militante, antes de conocer a este patán, en la época de la dictadura. No había ningún tipo de garantías, principalmente para personas que pensaran lo contrario. Entraban a tu casa a cualquier hora de la noche, te hacían desaparecer. Y yo siempre tenía relación con los universitarios, pese a que todavía estaba en la escuela Era la más chica e iba con ellos, y como además trabajaba en radio, todo confluía.

Resulta que yo que viví en él total desamparo, aprendo aimara, me meto a trabajar en radio y de pronto la dictadura, mis ideales me hacen liarme con gente universitaria y como sé manejar el idioma y tengo acceso a la radio, eso hace que empiece a hacer programas de radio en la madrugada, pero de contenido totalmente revolucionario. Por ejemplo para apoyar y armar la primera Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, para romper el pacto militar-campesino que había en ese entonces de apoyo a la dictadura.

Estamos hablando de varias instituciones y personas que logramos constituir la Confederación, que logra romper ese pacto campesino-militar. Ellos habían visto que el área rural era mi potencial. Y entonces promuevo que se pueda conformar la primera Federación de Mujeres Campesinas: Bartolina Sis.

Abrazo el feminismo, y después, a partir de ahí ya empecé la militancia y digo: “Me tuvo que suceder todo eso porque ahora ayudo a grupos de mujeres que han sufrido violencia. Bueno Diosito, tú tenías un plan para mí. Me forjaste a fuego y ahora es importante lo que hago”.

-¿La influencia de su tío te marcó para que siguieras en esa fe?

-Me marcó para que yo profundizase la espiritualidad de la cosmovisión aimara. Yo agradezco mucho, y siento que no estoy con un lado solo de mi hemisferio cerebral. Me muevo en el mundo urbano, con todas mis compañeras, con las organizaciones de mujeres. Pero me muevo totalmente en las comunidades indígenas, campesinas además con afro descendientes. Y no solamente del lado occidental. Ahora ya les he contado que he puesto una radio en pleno Amazonas, y estoy internándome cada vez mas profundo, más aún. Ahora me he dado cuenta que las comunidades del occidente son privilegiadas a comparación de estas comunidades que están en el Amazonas. Hay mucho trabajo que hacer en el medio ambiente, con el tema de la espiritualidad, todo tiene energía y hay que reconocer que hay más miseria y pobreza en los hombres y mujeres que creen estar desarrollados o civilizados, que en esas comunidades donde les faltan cosas materiales. Encuentras paz, encuentras alegrías, encuentras la verdadera vida.

-¿Cuál es tu participación?

-Hemos sabido capitalizar todas las reivindicaciones de los pueblos indígenas originarios. Como periodista siempre habíamos estado en contacto, siempre sacando la voz de cocaleros, mineros, etcétera. Esta labor es pasión. Siempre he estado trabajando desde una comunicación alternativa para construir una sociedad mucho más pluralista. Está la otra Bolivia olvidada, ignorada, marginada. Queremos que no exista más la violencia hacia lo indio. Que tampoco exista más la violencia por lo femenino, porque al final si te das cuenta, el movimiento indígena y el movimiento de mujeres tenemos muchas cosas en común.

En las comunidades las compañeras denuncian mucha violencia, mucho machismo.

-Es que nos hemos alejado de la vida ancestral

-En la vida ancestral la lógica es que todos somos parte de un todo. Y en tanto y cuanto hacemos daño a una parte de ese todo, estamos dañando todo. Las conquistas han empezado a desestructurar toda esta lógica de vida, y por lo tanto el machismo crece. Nuestra sociedad es patriarcal y no hay por donde escaparse. Hasta nosotras mismas que somos feministas, y que sabemos manejar el discurso tenemos algún grado de machismo, de patriarcado. El patriarcado está presente. Ahora estamos tratando de revertir esa situación. Descolonizarnos significa desterrar el pensamiento patriarcal y construir una sociedad nueva, y en ese sentido es interesante la propuesta que va manejando Evo. Pero somos críticas.

Personalmente yo pienso que es importante que esté Evo Morales, pero tenemos que profundizar todavía la propuesta. Y me preocupa todavía, porque yo creo que la sabiduría ancestral puede dar elementos para la construcción de una nueva sociedad más humanizada. Los hombres que lo rodean ahora tienen otras miradas, que finalmente, aunque el propósito sea más social, han perdido esa calidad de lo espiritual, de lo mágico. Entonces ahí si tengo mis preocupaciones, porque yo cada vez estoy más convencida de que sí podemos transformar, en tanto y cuanto nosotros y nosotras nos transformemos, y podamos tener la visión tanto de lo material como lo espiritual.
Porque si no es como que nos faltara algo. Entonces estamos a la observación, mirando qué pasa, pero también siendo activas. Estamos apoyando este momento, este precioso momento que no quisiéramos echarlo a perder. Porque se han presentado algunos procesos, algunos momentos que por ser muy exigentes los hemos echado por la borda y hemos retrocedido increíblemente.

-¿No te parece que dentro del movimiento de mujeres pasa también que la exigencia de perfección impide que avancemos con lo posible?

-Yo soy muy crítica con el movimiento feminista. Para empezar, no creo que haya un movimiento feminista. Lo que me da mucha pena es que siento que el feminismo, por lo menos en mi país, está estancado porque tiene como referencia a mujeres de clase media blancas, y estas compañeras han sido muy funcionales a los gobiernos de turno. Se han sabido acomodar muy bien, se han ido olvidando de la dimensión política del feminismo. Que dicen ser feministas pero que de pronto se han convertido en reductos.

Y hay que hacer que se acerquen a las realidades específicas, porque el feminismo no puede ser abstracto. Varias comunicadoras que estamos trabajando en red, trabajando en radios comunitarias, vemos que todo el trabajo que tenemos que hacer tiene que ser en base a alianzas, y sin claudicar en nuestros propios objetivos como feministas, y sin dejar de lado nuestras reivindicaciones. Tenemos que también abrazar las reivindicaciones políticas que son dictadas desde la clase social y desde otras culturas o etnias. Entonces, acá es lo que yo veo que falta. En tanto y cuanto las feministas, no son parte del pueblo; en tanto y en cuanto el discurso feminista no es parte de los discursos de las organizaciones sociales. Cada vez somos mas un movimiento que va a morir.

Entonces es ahí cuando veo aquellas personas que problematizan, teorizan

Todo lo que hemos visto acá en el tercer encuentro de Periodistas de Género, me parece tan ridículo (se refiere a algunas discusiones internas), y es producto precisamente de unas historias que no están comprometidas con los ideales y estrategias mucho más impactantes, mas importantes.

Yo digo con mucha humildad, que el patriarcado aún está presente dentro de las feministas… como uno entiende el patriarcado para juzgar, para dominar, para ser protagonista, para estar en el afiche, para hacer negocios, y no para poder decir “mire, yo soy esto, y pido esto”.

Pero entonces, yo creo que por eso tenemos que pensar en un nuevo feminismo, pero mucho más ligado con la espiritualidad. No podemos criticar la ideología patriarcal machista si todavía seguimos nosotras con nuestros cuentos y nuestros rollos. Entonces, es tanto el trabajo que nos falta. Y no podemos hablar de un feminismo apolítico, de un feminismo neutro, no. Un feminismo totalmente intricado al movimiento social, a las reivindicaciones sociales, en eso creo yo. El feminismo busca transformar esta sociedad y ¿dónde están esas bases que están buscando también la transformación?, son justamente el pueblo, las organizaciones sociales. Entonces ahí estamos.


“No concibo un periodismo de escritorio”


-¿Cómo es tu vida cotidiana?

-Mis hijas grandes son comunicadoras sociales, aunque yo le dije que no estudien comunicación. Hacen periodismo. Esa es una cosa que yo también quiero decir. Yo no concibo un periodismo de escritorio. Por favor. Yo también hago prensa, pero tengo que hacer prensa a partir del conocimiento de la realidad. O sea, nosotras nunca, nunca podemos dejar de hacer investigación, porque estamos haciendo un periodismo social, de análisis. No somos los meros reporteritos que agarramos la noticia y listo. No.

Nosotras por ejemplo -siempre hablo de mis compañeras-, somos las primeras que hemos hecho investigaciones por género y homicidio en área rural, las primeras que hemos hecho la investigación por la tenencia de la tierra, las primeras y las únicas que hemos hecho investigación sobre el manejo en los medios de comunicación, en la publicidad, las únicas que hacemos investigación sobre el manejo del lenguaje sexista para tener datos y empezar a elaborar el material periodístico, radial, televisivo.

Entonces, yo no estoy de acuerdo con un periodismo de escritorio. Eso significa que para la investigación tienes que meterte en lugares recónditos, dependiendo del tema que elijas. Ahora ya te estoy diciendo que me estoy metiendo en todas esta vaina del medio ambiente, que va a ser un aporte para el eco feminismo. Hay que denunciar. Tiene que salir de algún lado y es todo trabajo de investigación, periodismo de investigación. Entonces, estar trabajando en bastantes cosas me gusta mucho.

Lo que si me da pena es que ya tengo una hija de 30 años y otra hija de 28 y así sucesivamente, pero que no tienen pareja. Y pienso yo que debe ser por toda la vaina que vieron con mi vida, y siento que tienen inseguridades. Entonces trato de hablarles y decirles que no todos los hombres son malos, no todos son patanes. Y tratando de que hagan también su vida. Pero a lo mejor es su opción o decisión quedarse solas y ahí también se las respeto.

-Entonces te quedó un niño de 16 viviendo con vos.

-Que vive conmigo, lo mimo mucho. Y ando con mis compañeras feministas haciéndoles pasar calores. Porque, una vez llego a Madrid y me invitaron a unos conversatorios las veteranas. Y eso también te digo que me asusta, porque hay muy pocas jóvenes feministas. No estamos viendo esta cuestión política de crear tácticas y estrategias para que la juventud, varones y mujeres, se nos unan. Entonces, yo estaba con todas mis amigas y salí por las calles y dije a la guía “Bueno, ahora me tiene que hacer un gran favor”. Me preguntó cual, y le dije “me tienes que llevar donde es el Club del Real Madrid”. Me dijo “¿Qué? Como es posible, ¿para qué?” Y dije: “Lo siento, es que tengo un hijo que es fanático de Raúl, y tengo que conseguir la camisola con la firma de él”. Se querían morir.
Bueno, yo sigo cumpliendo el rol de mamá y me gusta mucho la casa.

-¿Te volviste a enamorar?

-Sí, me volví a enamorar y creo que algo bonito va a salir. Es un hombre muy distinto, por eso te digo que la vida me contenta. Esa canción que cantaba Mercedes Sosa ‘Gracias a la vida’, la digo yo plenamente. Es mi himno, y yo creo que lo que me faltaba me está llegando ahora intensamente. Me siento una chica chocha de la vida. Entonces estoy en un momento muy lindo de mi vida, tengo mucho que dar y también quiero recibir bastante.

-A pesar de todas estas situaciones, ¿crees que tiene sentido que haya una red internacional de periodistas de género?

-Es súper importante. Tú sabes muy bien que mientras más juntamos esfuerzos, más podemos avanzar. Las disidencias tienen que existir, lo importante es respetarnos. Mientras más diferentes somos más nos acercamos a la perfección. Lo importante es saber rescatar toda esa diferencia que tú tienes, y saber respetar y también entender que son procesos. Imagínate, está en nuestros huesos ese pensamiento patriarcal. Entonces, también tienes que entender y, con mucho amor, empezar a construir. Hay momentos, en que hay personas que en vez de construir están sin querer queriendo, como dice el Chapulín, lastimando.

Entonces hay que hablarlo claramente, decirlo. Porque acá no tenemos nada que ocultar. Primera cosa, es despojarlos, desnudarlos y decir que le apostamos a esto con plena convicción. Y yo me puedo equivocar, pero si me hacen notar mi equivocación, entiendo, razono y digo perdón. Y se entiende porque no somos perfectos ni perfectas. Y en tanto y cuanto tengamos nuestro horizonte común y estemos todas trabajando desde donde estemos, para llagar a ese horizonte común, con estas redes, alianzas, asociaciones o cualquier nombre que tengan.

Yo creo en las alianzas, por Dios que creo. Y por eso estoy aquí. Y me gusta hablar de alianzas y de alianzas políticas. Porque no es por amiguismo, no es por que bonito que estos periodistas estén juntos. No, acá tiene que estar la base de nuestra red, tiene que basarse en una alianza política. Y ahí también, si no entienden nuestras compañeras y que de pronto nos tratan de distorsionar el panorama, va a llegar un momento en que vamos a decir: “Bueno, lo sentimos. Las metí en este horizonte político, obviamente sobre los aspectos que nosotras estamos buscando y bueno lo entendiste, lo hablamos, etcétera, pero creo que ustedes van por otro camino”. La misma red tendrá sus formas y sus mecanismos de hacer que la gente que no entiende y es más bien como un lastre que no nos permite avanzar y bueno, lastimosamente habrá que dejarlas.

-¿Y ves la construcción de la red latinoamericana?

-¡Claro que si! Porque yo no soy de la del discurso, a mi me gustan más los hechos. Y ya hemos avanzado con UNIFEM, y hemos hablado con las compañeras del área andina y estoy tratando de ver cómo hacer porque voy en esa línea, además siempre fue como una metodología de trabajo para mí.. Entonces, yo estoy convencida de que sí, y esa idea me parece genial. Yo creo que deberíamos hacer unos encuentros más de nuestro continente para empezar a hablar de las alianzas de manera muy transparente, que seamos dadoras y receptoras. Porque si no hay esta honestidad, pues seguimos haciéndole el juego al patriarcado y yo no creo que esté bien. Aún en lo mejor, en un momento de crecimiento necesitamos un momento de sana sana, de ver como somos, de ver las debilidades, de ver que tenemos bastantes duendes y ayudarnos.

-¿Cómo te sentís?

-A los 50 años ya has madurado mucho. Ya te has dado cuenta de las cosas que tienes que hacer. Y es un momento en que empiezas a tratar de encontrar personas con las que puedas pasar la posta y tratar de dar un poco de tu experiencia. En eso estoy. Y estoy feliz

viernes, 27 de noviembre de 2009

miércoles, 25 de noviembre de 2009

25 de Noviembre Día Internacional contra la violencia social, sexual y política que se ejerce sobre las mujeres





En el 1º Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (Bogotá, 1981), se declaró este día de lucha, en homenaje a Patria, Maria Teresa y Minerva Mirabal, tres hermanas que fueron torturadas y asesinadas por la dictadura de Trujillo, en República Dominicana.



En su recuerdo, afirmamos que la violencia es producto de un sistema patriarcal que explota y oprime a las mujeres y que atraviesa todos los sistemas socio-político- económicos, manifestándose hoy como patriarcal-capitali sta, en su etapa globalizada.



Asistimos hoy a un proceso en que la lógicade la producción capitalista globalizada, la liberalizació n del comercio, las privatizaciones y las corporaciones, organizan discursos, procesos y acuerdos institucionales que crean y perpetúan relaciones de poder entre los hombres y las mujeres.



Por otro lado la expansión global de la producción, el comercio y las finanzas tienen una relación directa con el incremento de las redes globales de tráfico de mujeres y niñas para el trabajo en el sector informal, el servicio doméstico y la explotación sexual.



En un mundo cada vez mas violento, las mujeres somos las principales víctimas de los conflictos armados, de la militarizació n, del desplazamiento forzado y de la criminalizació n de la protesta social.

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Las mujeres seguimos siendo quienes menos ganamos, estamos peor capacitadas y sin embargo gestionamos la pobreza con mínimos recursos, ocupando los lugares de los que se retira el estado.



Frente a todas estas violencias se levanta la lucha de las mujeres, dirigidas a construir una sociedad sin opresión de género ni violencia sexista y sin explotación de clase. En este camino, exigimos:



* Basta de violencia contra las mujeres. Cárcel a los golpeadores, abusadores, violadores y asesinos. Rechazamos todo tipo de violencia sexista: en el lenguaje, en los medios de comunicación, en la educación, en el sistema de salud, en la legislación.

* No a la persecución policial y judicial de las mujeres en situación de prostitución. Derogación de los Códigos Contravencionales y de Faltas. Cárcel a los proxenetas, tratantes y sus cómplices.

* Aparición con vida de las mujeres secuestradas por las redes de prostitución y castigo a los responsables. Desmantelamiento de las redes de trata.

* Derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.

* Libertad a Romina Tejerina.

* Basta de heterosexualidad obligatoria. No a la opresión e invisibilizació n de las mujeres lesbianas.

* No al acoso sexual en el trabajo.



- Cuando una mujer dice NO es NO.



- No digas amor cuando hay violencia.



- Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución



- Los llamados “crímenes pasionales” son femicidios (asesinato sistemático de mujeres)



- SI SOS VICTIMA DENUNCIA. SI SABES DE ALGUIEN DENUNCIA. NO SEAS COMPLICE.